Reseña: Espartaco (1977)

 

Título: Espartaco

Dirección: Vadim Derbenyov y Yuri Grigorovich

Género: Ballet

Fecha de publicación: Enero de 1977

Reparto: Vladímir Vasíliev (Espartaco), Natalia Bessmértnova (Frígia), Maris Liepa (Craso), Nina Timofeeva (Egina)

Música: Aram Jachaturián

Producción: Mosfilm

Relación aspecto: 2.35 : 1

Duración: 95 minutos

Espartaco (1977)

Espartaco ha sido un icono cultural desde la propia antigüedad. Su liderazgo durante la Tercera Guerra Servil dentro de los confines de la república romana es digno de una épica homérica, capaz de doblegar las invencibles legiones romanas en varias batallas antes de ser exterminados él y su grupo de esclavos.

Desde entonces, Espartaco se ha convertido en un símbolo de la libertad e incluso en un prototipo revolucionario. Así aparece caracterizado en el ensayo sobre la rebeldía «El hombre rebelde» de Albert Camus. No es de extrañar pues que en la cultura soviética la presencia de Espartaco sea notable. Sobre él se han centrado numerosos autores, y quizá la representación musical más famosa sea el ballet «Espartaco», del compositor armenio-ruso Aram Jachaturián.

Estrenado en 1956, el ballet fue un éxito fulgurante en la Unión Soviética, marcando el regreso al público de un compositor denunciado en 1948 como «burgués» y «formalista». Resulta irónico, pues al principio la idea de la obra fue rechazada por las autoridades, arguyendo que se trataba de un tema anticuado y de poco interés a las masas. No fue hasta que Jachaturián señaló que la figura histórica favorita del propio Marx era el esclavo rebelde Tracio, que recibió el apoyo de las autoridades.

Desde su estreno, la obra ha sido un exito tanto dentro como fuera de Rusia, siendo grabada en múltiples ocasiones en distintos formatos. Vengo a presentar la grabación de 1977 en vídeo, dirigido por Vadim Derbenyov con la coreografía del legendario Yuri Grigorovich. La historia, brevemente bosquejada aquí, comienza con el triunfal retorno a Roma del cruel y avaricioso cónsul Craso (Maris Liepa), el cual trae una gran cantidad de esclavos como botín de guerra, entre ellos Espartaco (Vladímir Vasíliev). Tras un traumático evento, Espartaco organizará una revuelta junto a su enamorada Frígia (Natalia Bessmértnova), que, aunque exitosa al principio, pronto le conducirá a un trágico desenlace.

Las interpretaciones son excelentes, especialmente Vladimir Vasilev como Espartaco y Maris Liepa como Craso. Aunque ambos personajes son muy diferentes a las figuras históricas reales, el énfasis, la energía y la intensa caracterización elevan la obra más alla del mero espectáculo. Ambos protagonizan escenas sumamente memorables que no describiré para no aguarle la experiencia a nadie. La danza es prácticamente impecable, como puede esperarse de la reputada compañía del Teatro Bolshói. Aún siendo un ballet de estilo clásico, el dramatismo de la historia está poderosamente reflejado en la música y la acción coreográfica.

Los escenarios y vestuarios son adecuados y reflejan la época en la que se ambienta el ballet. La música de Jachaturián es vibrante, llena de energía y de color aunque también se torna sombría y melancólica en los momentos más trágicos. El ritmo es un elemento clave de la música del compositor, que el ballet explota a su favor. Es en los solos y en los duetos de los solistas donde un enorme lirismo se despliega de forma desbordante, siendo capaz de emocionar incluso a los más impávidos. La interpretación de la orquesta es bastante buena, aunque el audio mono es de baja calidad.

Aún así no todo es positivo, una porción considerable de la música ha sido desmenuzada o eliminada; hay escenas que están ausentes o partes en las que la música ha sido recortada. Para que nos hagamos una idea, la música completa dura dos horas y cuarto aproximadamente, mientras que la película dura hora y media. La calidad de imagen y audio no son precisamente excelentes para los estándares actuales, aunque para esta reseña he accedido a una versión remasterizada en 4K que solventa el problema visual (aunque no el auditivo). He leído quejas acerca de la edición, y aunque se nota que está anticuada, no es mala, más allá de algunos momentos puntuales.

En definitiva, si nunca has visto este ballet, te recomiendo esta grabación visual en forma de película. No es la más completa ni la más moderna, pero sí que es de las representaciones más brillantes y características de la figura de Espartaco a nivel dramático.

 

Sergio Cánovas

Espartaco (1977)

 

Cómo citar este artículo: CÁNOVAS, SERGIO. (2023). Espartaco (1977). Numinis Revista de Filosofía, Año 1, 2023, (R3). https://www.numinisrevista.com/2023/01/espartaco-1977.html

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