POEMARIO DIGITAL IX
Vladimir Sosa Sánchez – José Julio – Saray Rodríguez Pérez
A ti Ribeyro
Vladimir Sosa Sánchez
Hombre
alto, delgado
y
de gran cabellera,
no
hay plumas
sin
esos gallinazos
pintados
en esos
labios
silenciosos.
Tantas
palabras mudas
que
destilan con frenesí,
y
aquellos aromas
donde
solo los fumadores
saben
destilar lo interior,
y
ahí surgen los narradores.
A ti Ribeyro invoco
a través de estas letras,
lugar
etéreo
y
mezcla de poesía;
son
tus narraciones
un
poema a la vida.
Que
ni la molicie persigue,
pues
el cuento pervive
en
esa profunda
e
inacabable existencia,
solo
tú apareces
en
el apacible atardecer.
Como
quien viaja
por
el sendero
de
ese silencio,
que
inadvertido aparece
y
es tu silueta
como
canto a las letras.
A
ti Ribeyro
son
las palabras
que
nacen del olimpo,
y
tus cuentos, cual medallas
que
nacen solitaria
desde
fuera del tiempo.
Carta angustiada a Heidegger
José Julio
Amigo Heidegger:
¿Amigo
Heidegger?
Resultará
que nunca estuve angustiado.
Resultará
que siempre tuve miedo.
Y
ese miedo, que no era tu angustia,
nunca
me permitió
conocer
el Ser, intuir la Nada,
hacer
una gran pregunta metafísica,
vivir
una vida auténtica.
Solo
fui un «Dasein»,
pero
muy tirado a ente,
poco
emparentado con el Ser
y
nada anonadado por la Nada.
Un
«Dasein» muy tirado a lo óntico
y
con poca tirada a ontológico.
Nunca
me llegó una verdadera angustia tranquila.
Siempre
atado por el temor, por el miedo.
Temía
a los «entes a la mano»
y
para los «entes frente a los ojos»,
nunca
tuve mucha vista.
Me
hubiese gustado cambiar mi miedo
por
una auténtica angustia serena.
Sentir
la Nada y percibir algo del Ser,
pero
me quedé en una vida inauténtica.
Me
quedé en un «Dasein» de segunda
y
sin entender una papa de alemán.
Atentamente.
Un
angustiado sin angustia heideggeriana.
Cualquier verano es un final
Saray Rodríguez Pérez
Para Ray
No
éramos, en plural,
lo
sé,
porque
siempre que rozábamos nuestras manos,
las
heridas se despertaban,
supuraban,
ardían.
Para
que no muramos,
no
lloremos,
no
suframos,
no
nos ahoguemos,
no
seamos.
Procuré
dejar tus caricias como una parte de la historia,
olvidarnos,
escoger
la distancia justa,
para
que nuestros ojos no tengan razones
para
suplicarse en los pasillos.
Ya
no éramos, aunque costara,
debíamos
dejarnos atrás,
en
el verano que alguna vez fuimos.
Cómo citar este artículo: VARIOS AUTORES. (2023). Poemario Digital IX. Numinis
Revista de Filosofía, Época I, Año 3, (PDI).
ISSN ed. electrónica: 2952-4105. https://www.numinisrevista.com/2024/08/poemario-digital-ix.html
Esta revista está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
No hay comentarios:
Publicar un comentario