Caballo de Troya
En la Ilíada, Homero nos relata la astucia de los griegos al construir el caballo de Troya, con la finalidad de engañar a los troyanos sobre el abandono de los griegos de sus tierras. Ahora bien, esta misma astucia se sigue utilizando en la actualidad, pero a nivel tecnológico; donde nuestros niños y jóvenes se ven envueltos en las diversas redes, que muchas veces son tan adictivas que no los dejan respirar. Estas mismas redes, también han atrapado a muchos adultos, sumergiéndolos en la adicción y dejando de lado la educación de los hijos.
Vivimos en una sociedad donde el
principio de autoridad ha venido a menos, cada vez los padres tienen menor
capacidad para educar a sus hijos y los hijos están perdiendo la noción de
autoridad frente a los padres. En muchas sociedades, existen prohibiciones
hacia los padres con relación a los hijos, ya no se puede educar bajo el
principio de autoridad, solo se deja en el consentimiento. Hoy, las tecnologías
han hecho más sensible a las personas, no permitiendo tener un mínimo de
criterios al momento de elegir, solo se deja llevar por las emociones que estas
causan en las personas.
Lamentablemente todo esto se ha
convertido como en un caballo de Troya, no avisó sobre su llegada, fue de forma
estrepitosa; sino en el silencio de la noche, en ese momento comenzó la invasión
hacia nuestras vidas, aquellas que ya vamos perdiendo de a pocos. Es verdad que,
muchas veces somos conscientes de esta pérdida de identidad o de criterio, pero
en el fondo buscamos que otros tomen decisiones por nosotros. Nuestra libertad se
va mermando lentamente mientras dejamos que la tecnología lo haga todo por
nosotros, vamos permitiendo que nuestros miembros básicos se comiencen a estropear,
el primero de ellos, nuestro pensamiento.
Debemos recuperar nuestra
identidad como personas, nuestra libertad de pensar con criterio frente a una tecnología
invasiva. Es momento de descubrir el interior del caballo de Troya antes que
siga con su avance en nuestras vidas; es necesario desmantelar las intenciones
perversas que hay detrás para sacar de la oscura caverna a tantas personas que
se ven sumergidas en el fondo. Hay una necesidad imperiosa de volver a lo analógico,
porque no todo tiene que ser digital; por el contrario, debemos usar la tecnología
con responsabilidad y no seguir permitiendo que sea ella, la que nos manipule.
Vladimir Sosa
Sánchez
Esta revista está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
No hay comentarios:
Publicar un comentario