¿Quién vigila a los vigilantes?
Antes que nada: ¡Feliz año nuevo a todos!
Dentro del reputado cómic de DC titulado «Watchmen» (1987) hay una frase palmaria que aparece constantemente y que nos invita a la reflexión: «¿Quién vigila a los vigilantes?». Nadie la dice ni la explica, sino que aparece en la forma de graffitis callejeros, sin que a primera vista se perciba ningún significado mayor. Sin embargo, en dicho cómic, la frase se refiere a los «superhéroes» que, actuando en nombre del bien pero sin ningún límite a sus poderes, acaban causando más daño y destrucción que si no existiesen en primer lugar.
Pues bien, quisiera tomar esta frase y llevarla a nuestra actualidad, en un contexto bastante diferente que procedo a detallar. En la actualidad, la información se ha convertido en un campo de batalla en el mundo de la política y las narrativas sociales. Un concepto tal y como «batalla cultural» [1], que se lleva esgrimiendo desde hace unos años, hubiera sido impensable hace dos o incluso una década. Antes existían unos ciertos consensos cuyo origen se remite a la transición, que dieron a luz a la constitución y a la democracia española tal y como la hemos conocido en casi medio siglo. Todo ello plasmado, por ejemplo, en la «Declaración de Gredos» de 2003. [2]
Sin embargo, a medida que dichos consensos se han ido olvidando y erosionando, especialmente con el actual gobierno de Pedro Sánchez en coalición con partidos que se oponen a la constitución. Las instituciones y las leyes se desacreditan, intocables en dichos consensos pasados, se vuelven obstáculos en la lucha de la obtención de un poder mayor. La batalla cultural es la norma, y en ella la información es el campo de batalla más importante. La desinformación, táctica de origen militar, se transforma en una herramienta política sumamente difusa y gris.
Y de nuevo invoco la frase: «¿Quién vigila a los vigilantes?». Desde hace unos años, han aparecido por todo occidente ciertas entidades encargadas de «comprobar hechos», cuya finalidad es informar a los ciudadanos y verificar bulos que circulan por las redes sociales. Pondré como ejemplo a las dos con las que estoy más familiarizado: «Maldita.es» y «Newtral». En primer lugar, el ideal es sin duda noble, pero cuán fácilmente resultaría que, movidos por intereses, acabaran pervirtiendo su misión. Imaginemos, por ejemplo, que una generosa “donación” motivase a alguna de dichas instituciones a centrarse en los bulos que afectasen solo a izquierda o derecha.
«Maldita» es una web sin ánimo de lucro que se financia con donaciones, becas y premios. Por otro lado, «Newtral», se trata de una empresa creada por la periodista Ana Pastor García, y que su cónyuge Antonio García Ferreras es presentador de «Al rojo vivo» del canal «La Sexta», al tiempo que ella misma ha colaborado extensamente en esa cadena. Creo que las dudas acerca de la supuesta neutralidad que presumen dichas entidades, especialmente en el caso de Newtral, están más que justificadas. Lo es aún más considerando el estado de corrupción generalizado en la política española, en la cual las empresas aliadas con el poder de turno se ven las más beneficiadas. [3]
En suma, y cómo siempre insisto en mis columnas, te animo lector a ser escéptico y a tener un espíritu crítico; te animo a consultar varios medios con distintas perspectivas y observarás las diferentes interpretaciones que un mismo evento, sin importar lo nimio que sea, genera según qué ideología. Sí no debemos fiarnos plenamente de ciertos datos que nos ofrecen desde los gobiernos, porque frecuentemente vienen maquillados, menos aún debemos de entregarnos a estas agencias cuyos intereses pueden interferir igual o más que cualquier gobierno.
[1] Por «batalla cultural» entiendo el choque y combate que se producen entre conceptos, ideas y narrativas condensados en dos bandos: izquierda y derecha. Por supuesto, la política es mucho más rica en matices, pero la gradual radicalización y enfrentamiento entre concepciones de la política, favorecen la formación de bandos con lazos ideológicos entre ellos. Entiendo que en la actualidad y a efectos prácticos, la lucha por el poder se concibe desde estos bandos o alianzas, puesto que los partidos de centro han sido penalizados continuamente a nivel electoral: véase UPyD y Ciudadanos.
[2] https://www.elmundo.es/elmundo/2003/10/07/espana/1065544311.html
[3] Véase las siguientes columnas: https://www.vozpopuli.com/opinion/newtral-maldita-verificadores-fakenews-bulos-coronavirus_0_1346266770.html
https://www.vozpopuli.com/opinion/personajes-2022-jaume-roures-y-la-mano-que-salvo-a-pablo-iglesias-cuando-caia-al-vacio.html
Sergio Cánovas
¿Quién vigila a los vigilantes?
Cómo citar este artículo: CÁNOVAS, SERGIO. (2023). ¿Quién vigila a los vigilantes?. Numinis Revista de Filosofía, Año 1, 2023, (CD15). https://www.numinisrevista.com/2023/01/quien-vigila-los-vigilantes.html
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