

Poesía saharaui, a pesar de todo
Contexto sociohistórico
En
la infame Conferencia de Berlín (1884-1885) las potencias europeas se
repartieron el continente africano. Hespaña, ya un imperio menor en aquella
época, no pudo acceder a grandes cantidades de territorio y se tuvo que
conformar con pequeños enclaves en lo que hoy es Guinea Ecuatorial y el
territorio sahariano costero situado entre el cabo Bojador y cabo Blanco. Allí
fundó su primera colonia, Villa Cisneros (o Dajla en árabe) e iría penetrando
en el territorio, a veces con fuertes resistencias de la población indígena,
hasta tomar control de lo que pasó a ser conocido como «Sáhara español»,
dividido en dos provincias: Saguia el Hamra (norte) y Río de Oro (sur). Fue
administrado como colonia de iure hasta 1956, cuando las autoridades
franquistas desmantelaron el gobierno colonial y concedieron el grado de
provincia a todas sus posesiones africanas (con inmensas disparidades de trato,
eso sí, en comparación con las provincias insulares y peninsulares).
Este fue el intento de la dictadura
de pasar por alto la oleada descolonizadora que se había iniciado tras la
Segunda Guerra Mundial y por la cual la mayoría de imperios europeos se estaban
viendo obligados a conceder la independencia a sus territorios de ultramar. Sin
embargo, la provincialización del Sáhara no disminuyó el afán emancipador de
sus gentes y a partir de los 60 empezó a emerger todo un movimiento independentista,
encabezado primero por el Movimiento Nacional de Liberación Saharaui (1968) y
luego por el Frente Polisario (1973), de ideología socialista árabe y cercano a
Argelia y Egipto, grandes embajadores de dicha corriente. Es importante destacar
que estos movimientos aspiraban a la creación de un Estado saharaui,
oponiéndose tanto al gobierno español como a una integración con el Reino de
Marruecos como parte del proyecto expansionista de Hasán II, que desde la
independencia formal de su país había expresado su deseo de anexionarse a su
vecino del sur como parte de un soñado «Gran Marruecos» (entre 1957 y 1958, de
hecho, hubo ya un intento de conquista del Sáhara Español por parte de
Marruecos, que se saldó con una victoria militar hespañola, aunque con algunas
cesiones territoriales).
La indiferencia del régimen de
Franco ante las reclamas nacionalistas saharauis condujeron a una escalada en
las reivindicaciones y también de la represión, como evidencia la violencia con
la que la Legión Española enfrentó la Intifada de Zemla de 1970 (cuatro muertes).
La situación se aceleró con la agonía del dictador. José Solís, ministro
franquista, se guardó las espaldas pactando el 21 de octubre del 75 una salida
del Sáhara, ya ingobernable ante el avance social del Frente Polisario. Se
trataba nominalmente del inicio de la descolonización, pero dejaba también
expedito el camino a una ocupación extranjera del territorio, que finalmente
tuvo lugar. El 6 de noviembre de ese año se produjo la Marcha Verde (conocida
por los saharauis como la Marcha Negra), la invasión marroquí del Sáhara
occidental, encabezada por 300 mil civiles y 25 mil soldados. Recibió el apoyo
de la CIA, que prefería un Sáhara en manos del más bien pro-occidental
Marruecos a uno independiente en la órbita de la socialista Argelia. Mauritania,
por su parte, invadió el sur del territorio.
Ante
la incapacidad del régimen franquista para lidiar con estas invasiones en un
momento de agonía del dictador y gran conflictividad social en la península, el
14 de noviembre se firmaron los acuerdos de Madrid, por los que España cedía la
soberanía del Sáhara a Marruecos y Mauritania e interrumpía la descolonización.
La ONU nunca ha reconocido su legalidad y sigue considerando a Hespaña como
administrador de iure de este territorio no autónomo y responsable de su
descolonización.
Hespaña
abandonó el Sáhara definitivamente el 26 de febrero del 76 (lo que se conoció
como «operación Golondrina») y desde entonces ha dejado a su suerte al pueblo
saharaui. El Frente Polisario proclamó el 27 de febrero del mismo año la
República Árabe Saharaui Democrática y libró guerra de independencia contra
Mauritania (hasta 1979, año en que abandonó cualquier reclamación de soberanía
sobre territorio saharaui) y Marruecos, hasta 1991, cuando se firmó un alto al
fuego por el que las partes se comprometían a celebrar un referéndum de
autodeterminación, que a día de hoy nunca se ha producido.
Durante
la guerra miles las Fuerzas Armadas Reales (ejército marroquí) cometieron
atrocidades en Hausa, Edchería y Farsía, lo que llevó a muchos saharauis a huir
para evitar represalias similares. En su marcha fueron bombardeados con napalm
y fósforo blanco. La mayoría recalaron en los campus de refugiados de Tinduf
(Argelia), que se han convertido en la base de operaciones de la República
saharaui y en el precario y tristemente definitivo hogar de las 40 mil personas
refugiadas y desplazadas entre noviembre del 75 y enero del 76 (la mitad de la
población indígena del Sáhara español) y sus descendientes.
El
Reino de Marruecos, en una continuación de la política autoritaria en su propio
territorio, aunque con el agravante de la ocupación, ejerce con mano de hierro
y una alta represión la administración ilegal de los territorios saharauis bajo
su control (el 80% del antiguo Sáhara Español, bordeados por un muro de la
vergüenza que impide el paso a la población saharaui). En 2007 ideó un plan de
autonomía para los «territorios del sur» (como se conocen en Marruecos a las
provincias saharauis) que no contempla la autodeterminación. En 2022, en un
viraje histórico y unilateral (nunca consultado con el Parlamento), el gobierno
de Pedro Sánchez lo avaló como «la base más seria, realista y creíble para
la solución del conflicto»[ÁR1]
(Casadó, 2025), aproximándose así a otras potencias occidentales como Francia y
EEUU, que directamente reconocen la soberanía marroquí sobre el Sáhara
Occidental. Dos años antes se habían reanudado los enfrentamientos armados
entre el Polisario y Marruecos debido al estancamiento del conflicto. Una
guerra por goteo que no tiene visos de concluir.
Este
mismo año 2025, numerosos acontecimientos han agravado la ya delicada situación
internacional del pueblo saharaui. Entre ellos destaca el nuevo acuerdo
comercial entre Marruecos y la Unión Europea, aprobado de tapadillo y sin
discusión previa por la Comisión, que permite exportar productos procedentes
del Sáhara Occidental ocupado como si fueran de origen marroquí[i]. A lo que se suma la
reciente decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Si bien en
la práctica apenas cambia la posición oficial de la ONU (simplemente da algo
más de viabilidad al plan de autonomía marroquí, pero sin despachar el derecho
a la autodeterminación del pueblo saharaui y la vía del referéndum) ha
reavivado el debate sobre las posibilidades reales de una solución justa y
duradera para el conflicto[ii].
Debido a todos estos sucesos y un mes después del cincuenta aniversario de la entrada de las fuerzas marroquíes y mauritanas en el Sáhara Occidental, desde Numinis publicamos esta antología de poesía saharaui como muestra de solidaridad con un pueblo oprimido, con la esperanza de que tras siglos de dominio hespañol, mauritano y aún hoy marroquí algún día pueda decidir sobre su futuro y vivir en su país en libertad.
Sobre poesía saharaui
Como
pueblo tradicionalmente nómada, los saharauis apenas han cultivado la escritura
(y esto sobre todo en tiempos recientes). Sin embargo, esto no les ha impedido
desarrollar un amplio acervo literario oral, transmitido de memoria y en
constante evolución. La poesía ha ocupado siempre un papel principal dentro de
esta literatura y, a pesar de ser en su mayoría ágrafos, es habitual que los
poemas tengan autor/a conocido (al contrario que la también rica tradición
cuentista saharaui, casi siempre anónima). Al igual que en muchas otras
culturas, hay una estrecha vinculación entre poesía y música y es normal cantar
los versos y danzar a su son.
Históricamente
ha habido siete géneros poéticos (llamados lebhur) en la literatura
saharaui (ntamas, fagu, seinicar, lebueir eliyin, esgayir, lebteit y ebnu
uahib), cada uno con su ritmo y reglas internas. En tiempos recientes es
posible hallar también composiciones en verso libre.
En
cuanto a las temáticas, en la lírica más clásica destaca la vida nómada en el
desierto, su geografía y biología y la significación cultural de las mismas
(muchas veces la poesía ha servido para acumular información sobre el entorno y
vincularse con él). Pero también otras cuestiones como:
el
amor, la belleza de la tierra y de las mujeres, la nostalgia: los relatos sobre
el heroísmo y la gloria del pasado, la alabanza religiosa, las orientaciones
pedagógicas derivadas de la sabiduría y la moral de los mayores; la historia de
los segmentos tribales; las genealogías, la elegía, la sátira, la provocación y
los duelos verbales. La lealtad a la patria o al territorio y una amplia gama
de comentarios sociales (Robles Picón et al., 2015).
No
obstante, si hay un tema que destaca en la poesía saharaui de los últimos
cincuenta años es el anhelo de liberación nacional y la vocación de lucha y
resistencia anticolonial, muchas veces acompañado de la nostalgia por el
territorio perdido y al que no se puede volver. También abundan las
descripciones de la vida bajo la ocupación marroquí o en el exilio,
principalmente en los campamentos argelinos de refugiados. En todo ello
desempeña un papel fundamental la voluntad de preservar y enriquecer la cultura
y la singularidad histórica del pueblo saharaui y de no ser asimilados por las diferentes potencias ocupantes. Ahora bien, dista de ser una literatura
monotemática y, como en cualquier otra tradición poética, son muchos otros los
registros que los y las poetas saharauis ensayan, desde otras cuestiones
políticas (como la liberación de la mujer o la globalización) a preocupaciones
más personales o existenciales.
Otro
rasgo destacado de la poesía saharaui es que la lengua empleada
mayoritariamente es el hasanía, el árabe del Sáhara y Mauritania, y no el estándar
en el que se suele escribir la literatura árabe de otros países. Ocasionalmente
también se usa el castellano, antigua lengua colonial, sobre todo entre quienes
residen en Hespaña.
Sin
embargo, más que seguir hablando, siempre con un conocimiento parcial, sobre la
poesía saharaui, lo mejor será que hablen los y las propias poetas del Sáhara
occidental. Si bien la muestra que ofrecemos a continuación será incompleta y
muchas voces significativas de la literatura saharaui se habrán quedado fuera,
esperamos que sirva para dar visibilidad a excelentes autores/as pertenecientes
a una cultura rica y digna de reivindicar.
Poetas
Abdalahi
Uld Emreizig (finales del s. XIX y principios del s. XX)
Poeta
clásico y gran amante de la vida en el desierto, que describe con entusiasmo en
este poema:
En el Sahara mi vida es un gozo,
leche, dátiles y flores de anish[iii].
Tengo abundante cebada,
manteca de aves,
y olor de afaag[iv]el
mazazia.
No paso mi verano comiendo elaish[v]
como esa gente del sur,
y tampoco busco los ríos del Este
teniendo enbig[vi] rozando mis
colmillos
y el Adraar[vii] arado por dromedarios.
Como frescas y tiernas hierbas,
errando con mis dromedarios
hacia El Mutlan, Aftasa y El Erguia.
Poema extraído de Awah
(2010).
Tfarrah Mint Moishan (s. XX)
Poetisa
saharaui del siglo XX que vivió las transformaciones de su tierra durante la
colonización española. En este poema ironiza sobre cómo las autoridades
coloniales habían retirado de su antigua ubicación en el desierto el monolito Ashayef
Uld Ataiya, de gran valor cultural y orientativo, para reubicarlo, fuera de
contexto, en una plaza de Villa Cisneros (hoy Dajla).
Con razón el monolito Ashayef
debió sentirse dolido.
En Tiris antes posaba cómodo
y hoy a Dios se queja,
encadenado en esta plaza.
Poema extraído de La dimensión del verso en la historia saharaui. Apuntes para una antropología política de pasado y presente.
Alal Uld Daf Uld Did (1927-2021)
Nómada
en su juventud y emigrado después a la ciudad, como tantos otros saharauis en
el periodo colonial, Alal uld Daf uld Did era un hombre de convicciones
religiosas que sabía, como buen hijo de su tierra, que el desierto fue creado
por Dios y solo a Él le pertenece. Cualquier humano que quiera señorearse sobre
la arena en la que solo está de prestado caerá en la más absoluta de las
vanidades (así lo refleja el poema transcrito abajo). Durante la guerra
colaboró con el Polisario y vivió sus últimos años en la ciudad de Bir Lehlu,
en las zonas liberadas del Sáhara.
Ser humano, eres extraño en la tierra
y habitas en una casa con vanidad,
pides permiso para ausentarte
y pides un pasaporte para tu edad.
Ser humano por qué te arrastras
entre la masa y el adobe, la piedra,
y el cemento, el hierro y la cal
y te rodeas de un muro de ladrillos
y lo adornas con lozas en consideración
para encandilar los ojos de los creyentes,
La porcelana que maravilla y las flores
y los tapices de hilo desplegados
para completar la fortaleza,
tú que disfrutas de los palacios
y en cualquier momento te citan a un lugar
en los sepulcros que no podrás evitar...
¡Oh ser humano, acaso no sabes
de la casa de las tinieblas que te espera!
Donde no estarán ni tus cabras ni camellos
y por ellos serás preguntado en cada fase,
te preguntarán por cuántas monedas gastadas
en la imagen, el despilfarro y la ostentación,
en qué has gastado tus ahorros
y cuáles son tus negocios ¡Oh vanidoso!
Poema extraído de Gimeno et al. (2020).
Poesía saharaui, a pesar de todo
Pavlo VerdOr
Cómo citar este artículo: VERDOR, PAVLO. (2025). Poesía saharaui, a pesar de todo. Numinis Revista de Filosofía, Época I, Año 3, (PDI). ISSN ed. electrónica: 2952-4105. https://www.numinisrevista.com/2025/12/poesia-saharaui-pesar-de-todo.html
[i] https://www.europapress.es/economia/noticia-nuevo-acuerdo-comercial-ue-marruecos-incluye-sahara-entra-vigor-viernes-20251003170159.html
[iii] Flor de la acacia, comestible, de
olor y sabor muy agradables.
[iv] Orín de dromedario.
[v] Tipo de comida de cereales
habitualmente consumida por los pastores en Mauritania y en el Sahara.
[vi] Zizyphus lotus, fruto de color naranja de un
arbusto del desierto llamado sder, de sabor agradable. Se come
tanto verde como seco y es muy apreciado por los nómadas.
[vii] Zona en la región sur del Sahara
citada por los poetas de Tiris, escenario habitual del nomadismo de los
beduinos.
Bibliografía general
AHMED, MUSTAFA M-LAMIN. (2016). Poesía y Cultura de La Resistencia. Tres Poetas Saharauis Contemporáneos. Kamchatka. Revista de análisis cultural 7, 237-266
AWAH, BAHIA MAHMUD. (2010). Literatura oral y transmisión en el Sahara. Quaderns de la Mediterrània 13, 207-210
CASADÓ, FRANCESC. (2025). ¿Es la autonomía marroquí «la única solución realista» para el Sáhara Occidental? Rebelión
https://rebelion.org/es-la-autonomia-marroqui-la-unica-solucion-realista-para-el-sahara-occidental/
GIMENO, JUAN CARLOS; ALI LEMAN, MOHAMED; ROBLES PICÓN, JUAN IGACIO; MAHMUD AWAH, BAHIA; SALEM ABDELFATAH, MOHAMED y SOLANA MORENO, VIVIAN. (2020). Poetas y poesía del Sáhara Occidental. Antología de la poesía nacional saharaui. Última línea.
MUDY, JACOB. (2006) Cómo los EE. UU. y Marruecos se apoderaron del Sáhara Español. Traducción de un artículo de Le monde diplomatique (versión anglófona): http://mondediplo.com/2006/01/12asahara
ROBLES PICÓN, JUAN IGNACIO; GIMENO MARTÍN, JUAN CARLOS; MAHMUD AWAH, BABIA y ALI LAMAN, MOHAMED. (2015). La poesia saharaui en el nacimiento de la conciencia nacional. Culture et politique 24-25
(2025). El éxodo. Una mirada al Sáhara Occidental. Extraído de:
https://saharaoccidental.es/historia-del-sahara-occidental/el-exodo/
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