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El 23 de julio de 2020 la cantante estadounidense Taylor Swift anunciaba en un post en Instagram su octavo álbum de estudio, a menos de 24 horas de su publicación. A pesar de lo precipitado del aviso, Folklore entró rápidamente en las listas de éxito y se convirtió en el disco más vendido del año en Estados Unidos, y sus 16 canciones consiguieron entrar en el Billboard Hot 100. Esto puede no parecer una sorpresa, teniendo en cuenta que en la actualidad se trata de la artista más escuchada en Spotify y que ya se ha vuelto costumbre ver en el top global sus canciones, álbumes y regrabaciones. Folklore se ha convertido en un trabajo muy apreciado por fans y también ampliamente alagado por la crítica, no obstante, se trata de un álbum muy particular en la trayectoria de la cantautora que se publica en un contexto algo peculiar.
En primer lugar, cabe mencionar que se grabó durante la pandemia. En el documental Folklore: The Long Pond Studio Sessions (2020), Taylor Swift reconoció que era la primera vez que trabajaba fuera de un estudio, por lo que el proceso fue diferente al de sus discos anteriores. Por otro lado, la cantante anunció en 2019 que a partir de noviembre de 2020 comenzaría el proceso de regrabación de sus cinco primeros álbumes para recuperar los derechos de los masters de sus canciones tras la contienda con su anterior discográfica y Scooter Braun. No sólo fue lo precipitado del anuncio, sino que además la expectación se generaba en torno a este proyecto, no a un álbum con material nuevo. Fue en 2021 que tuvo lugar la primera regrabación, Fearless (Taylor's Version).
Por último, encontramos un notable cambio en el sonido y el estilo con respecto a sus anteriores trabajos, que mantenían una sonoridad pop con una impecable y trabajada producción en contraposición al carácter más minimalista e introspectivo que presenta en Folklore, cercano al folk y al indie. Esta estética también se ve reflejada en la elección de colaboradores. Aaron Dessner, integrante de The National, trabajó en la composición y producción de varios de los temas junto con Swift y Jack Antonoff, y también cabe destacar la participación de Bon Iver en «Exile». Unos meses más tarde de la publicación de Folklore, se lanzó Evermore como secuela, continuando con la misma estética y narrativa. Es en su décimo álbum, Midnights (2022), que la cantautora retoma un sonido más pop.
El aspecto más reconocido y elogiado de la música de Swift es sin duda su lírica, que destaca aún más en esta producción de base armónica e instrumental sencilla en donde las guitarras acústicas, el piano y los pads ambientales tienen el protagonismo. En cuanto a la temática, se exploran historias en tercera persona y nos desligamos un poco de la marcada línea autobiográfica a la que veníamos acostumbrados en los trabajos de la artista. «The Last Great American Dinasty» narra la historia de Rebekah Harkness, una de las personas más ricas de Estados Unidos a mediados del siglo XX, que debido a su excentricidad y estilo de vida se vio sometida al escrutinio social. Utilizando un recurso literario propio del country, al final se descubre que es la propia Taylor quien ahora vive en la mansión de Harkness, y ya no se sabe quién es verdaderamente la protagonista de la canción.
«This is me trying» es otro intento de abstracción, en el que el personaje principal lucha contra la adicción en un esfuerzo constante ('They told me all my cages where mental/ So I got wasted like all my potential'), que no siempre tiene una recompensa ('I was so ahead of the curve/that the curve became a sphere'). «Epiphany», por su parte, versa sobre una experiencia tan traumática que no es posible volver hablar de ella. Esta canción se convirtió en un homenaje a los sanitarios durante la pandemia.
No podemos dejar de mencionar, en cuanto a personajes se refiere, el triángulo amoroso entre Betty, «Augustine» y James. En «Cardigan» encontramos la perspectiva de Betty, que es consciente de la situación y expresa dolor y pérdida. «August» es la narración desde el punto de vista del otro personaje femenino, habla de recuerdos y de una esperanza casi infantil, de algo que es bueno pero que no es posible ('So much for summer love and saying "us"/Cause you weren't mine to lose'). Por último, «Betty» es la disculpa de un adolescente arrepentido, una canción que recomiendo escuchar con atención porque es fascinante la manera en que se entretejen las perspectivas de todos los personajes y la historia cobra sentido.
La autoreferencialidad no está completamente extinta en este álbum. «Mirrorball» es una alegoría al escrutinio permanente de la vida de los personajes públicos y las celebridades que, cuanto más se rompen, más luz reflejan. La pista adicional «The Lakes» es una balada introspectiva en la que la autora expresa un deseo de escape, de retiro, aludiendo al poeta William Wordsworth. «Mad Woman» habla de culpabilización y de rabia femenina ('No one likes a mad woman/You made her like that'), y la autora admite la cercanía de este tema a su propia situación en la industria discográfica: 'It's obvious that wanting me dead/ Has really brought you two together'.
Sin duda Folklore rebosa de una lírica impecable que te atrapa y te invita a sumergirte en ella, a escrutarla. Es un viaje introspectivo que habla de duda y de amor, de pérdida y desencanto, con una producción musical envolvente y constantes referencias a la naturaleza que nos trasladan no sólo a un estado anímico, sino también físico.
Mariana García Campos
Folklore
Cómo citar este artículo: GARCÍA CAMPOS, MARIANA (2023). Folklore. Numinis Revista de Filosofía, Época I, Año 2, (RM36). ISSN ed. electrónica: 2952-4105. https://www.numinisrevista.com/2023/12/folklore.html
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