Latest courses

Fantasmas

Print Friendly and PDF

Fantasmas

El lenguaje ha quedado subyugado a lo que el sujeto pretende que sea la realidad. En vez de constituir un reflejo de aquella, fidedigno y auténtico, ha derivado en la comprensión subjetiva de lo que las cosas son; pero no en la realidad, sino en mi realidad. De esto se sigue que el lenguaje no expresa lo que hay -ahí- delante, sino lo que hay delante -de mí-. Esta visión transforma la realidad en un subproducto de la misma; lo que antes era la verdad ahora es la verdad de cada cuál, lo que antes era el bien ahora es el bien de cada quién, y así en multitud de cosas y casos.

Claro que, al plantear que el lenguaje es un reflejo de la realidad y no al revés, muchos se cuestionan ahora qué es esa cosa de lo real o, dicho de otro modo, ¿existe la realidad en cuanto tal? Y he aquí uno de los problemas sobre los que venimos hoy a charlar, puesto que lo que durante XXI siglos -por no decir más- ha resultado ser lo real parece en nuestro tiempo dejar de serlo, y lo que 'las cosas eran', sus esencias y sustancias, sus ideas y noúmenos, sus cachivaches y sustentos ya no lo son. Porque todo es un constructo, porque todo es performatividad, subjetividad, relatividad, muchaidad. Y la época que vivimos vive, a su vez, de la postverdad, de la postmodernidad, de la postestructuralidad…

Todo ello da lugar a un cocktail donde los más sensatos del equipo piensan que hablar de la realidad, ni que decir de la pobre verdad, es una idea vaga y oscura. Que tal cosa, en cuanto que yo no la entiendo, comprendo o intelijo de manera directa, sencilla y clara no existe. Y no estamos hablando de verdades universales alcanzables sólo al ojo atento y avispado de los aristotélico-tomistas. Sino de las más puras y, sobre todo, sensatas verdades que hasta un ciego podría ver, y un sordo oír, y un tullido tocar.

Ahora bien, tales verdades, lo que he llamado antes la realidad, pasan ahora a un segundo plano. Porque lo que antes era de suyo ahora es para sí. Y este de suyo de la realidad ha dejado de ser lo primero y más importante del sujeto para pasar a un segundo plano donde quién prevalece respecto y contra la realidad es el para sí de aquel: su Yo. Por esto, nos encontramos en un terreno escabroso, de armas tomar, donde es complicado hablar...

Si el lenguaje no se apoya sobre la realidad, y por realidad pueden usar ustedes la palabra que sea, y por esa palabra entender el continente sobre el cual se vierte el contenido, es decir, se signa lo signado, entonces, ¿sobre qué cosa se habla cuando se habla? O de otro modo, ¿qué dice lo dicho?, ¿de qué o quién lo dice?, y ¿cómo lo dice? Si el lenguaje no puede estar desprovisto de una realidad sobre la cual se funda y construye, y por tanto su esencia es significar las cosas, y las cosas contienen un significado que el lenguaje se encarga de significar; ¿qué sentido tiene hablar de una primacía del lenguaje sobre la realidad?, ¿y la construcción misma del lenguaje?, ¿y la verdad del lenguaje?

Dado que el lenguaje no puede fundamentarse a sí mismo, puesto que su expresión sería la significación de la significación (lo cual no tiene ninguna clase de sentido aparente, ya que la construcción estaría fundada sobre una construcción, y esa sobre una realidad anterior), debemos de repensar, repito, aquello sobre lo cual se fundamenta este. En tanto que el lenguaje expresa lo otro que sí, la existencia de lo real, guste o no guste, y sea lo que sea aquella, es para todos innegable. Por más que se quiera hacer de ella un batiburrillo de cosas, un cocktail de ideología o un lavado de cerebro. 

Su imposición, el que las cosas son lo que son, y no lo que deseamos que sean, es -paradójicamente- otra realidad. Baste entonces con dejar de mirar a la realidad con los ojos que la pretenden de otro modo y, sinceramente, mirarla según se da ella; sin pretensiones y concepciones anteriores.


Tomás Bravo Gutiérrez

  Fantasmas

 

Cómo citar este artículo: BRAVO GUTIÉRREZ, TOMÁS. (2023). Fantasmas. Numinis Revista de filosofía, Año 1. (CM20). https://www.numinisrevista.com/2023/03/Fantasmas.html

ISSN ed. electrónica: 2952-4105

Licencia de Creative Commons
Esta revista está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional

5 comentarios:

  1. Quizás la filosofía de Bruno Latour te interesaría para conciliar el enfoque que criticas y el que defiendes. Su libro Reensamblar lo social puede ser un buen comienzo

    ResponderEliminar
  2. Mencionas aspectos que hoy difícilmente tendrían aceptación en una mayoría social, acaso pensante, como la verdad, la realidad entendida como la "cosa" (res) que es, esa primacía de lo real frente a lo subjetivo (hoy al revé), etc. En todo esto influye el lenguaje como constructor del pensamiento y por eso todo cambio personal, político y social comienza "echando mano" al lenguaje. Buen artículo que suscita y mueve el pensamiento.

    ResponderEliminar
  3. "lo que antes era la verdad ahora es la verdad de cada cuál", ¿y ese antes cuándo fue?

    ResponderEliminar
  4. Matías Lizarraga3 de marzo de 2023, 11:24

    El lenguaje y sus movimientos también refleja experiencias cambiantes de la realidad. Lo inicialmente subjetivo forma parte del ámbito de realidad del ser humano; al igual que lo social, lo convencional y lo material propiamente dicho. Creo que tu postura idealista, que privilegia alguna forma de “verdad universal” frente a lo que sencillamente para ti no es, difícilmente se sostiene en el pensamiento actual.

    ResponderEliminar