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La culpa es del reggaetón

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La culpa es del reggaetón

Hoy en día, parece muy sencillo afirmar: «la culpa es del reggaetón». Sin embargo, este afán por echarnos la culpa los unos a los otros no es algo novedoso, tampoco dentro del propio panorama musical. Lo cierto es que, crecemos, evolucionamos y, en efecto, no podemos negarle a la música estos cambios evolutivos. A pesar de ello, da la sensación que dentro del mismo ecosistema musical que habitamos, seguimos siendo testigos de lo que, en cierta medida, podemos denominar como una cultura del resentimiento.

Friedrich Nietzsche, entre otros autores, tratarán de focalizar algunas de sus investigaciones, precisamente, en los síntomas que desencadenará esta cultura. No obstante, la idea que presenta el filósofo, es clara: frente a aquellos que tratan de defender su identidad e imponer su discurso sobre otros, dominando y preservando sus ficciones como verdades últimas, habrá, consecuentemente, algún tipo de reacción/rebelión inevitable. Aún así, lo realmente interesante en este asunto será el hecho de cómo, para tratar de preservar nuestras convicciones, hemos desestimado las del resto en numerosas ocasiones, atentando contra aquello que, en definitiva, no ha sido de nuestro agrado.

Desde luego, la tensión entre los diferentes estilos musicales ha estado continuamente presente y, de algún modo, de manera similar. Pero, ¿por qué referimos en este artículo especialmente al reggaetón? Bien, posiblemente, porque, para muchos, este estilo es el detonante principal de lo que se conoce como «la muerte de la música clásica». De hecho, si tuviéramos que elaborar una ficha técnica acerca de este acontecimiento, podría asemejarse a la siguiente:


Asunto:

«Muerte de la música clásica».

Fecha y hora/

Motivo:

Nacimiento del reggaetón.

Público:

La gente joven que escucha este tipo de música.

Observaciones principales:

La música actual ya no es la misma de antes.

 

Como apreciamos, este tipo de respuestas son las que frecuentemente solemos escuchar cuando nos preguntan por la esperanza de vida estimada de la música clásica en la actualidad. En cierta medida, entre las posibles reacciones que puede suscitar esta cuestión, se recurrirá frecuentemente a lo mismo: inculpar al reggaetón de esta pérdida tan lamentada por los auténticos entusiastas de la «música de antes».

Sin embargo, en este punto, sería interesante plantearnos ciertas hipótesis. La primera de ellas versará sobre desde qué óptica valoramos el reggaetón como género per se. ¿Lo hacemos juzgándolo por su propio peso o, por el contrario, en relación a factores extrínsecos a este? Sin duda, parece que, el alcance del reggaetón se valora, generalmente, aludiendo a la música clásica y a condiciones que, a fin de cuentas, pertenecen a otro contexto. Tan es así que, hay todavía un sector entre la crítica musical, que no concibe la funcionalidad de la música urbana sin traer a colación la nostalgia que siente hacia la música de su tiempo.  Con ello, juzgar el reggaetón desde lo clásico es algo sin sentido alguno, simplemente, porque hablamos de periodos y situaciones disímiles. Es como si pretendiéramos comparar la sonoridad de una guitarra española y la de un instrumento de percusión. Siempre habrá diferencias entre una y otra, porque cada instrumento se creará y se desarrollará con una finalidad y unas necesidades específicas.

Así, lo más conveniente en este asunto, no creo que se trate de buscar quién es el culpable de que algo sea diferente a lo que era antes. De alguna manera, te invito, a ti, lector, a que analices el reggaetón desde aquello que ha aportado a la música y, no, desde la antipatía. Porque más allá de tener sus contras, tiene también su origen, sus porqués y su forma de manifestarse.


Filibert García Llorens

La culpa es del reggaetón


Cómo citar este artículo: GARCÍA LLORENS, FILIBERT. (2022). La culpa es del reggaetón. Numinis Revista de Filosofía, Época I, Año 1, (RM11). https://www.numinisrevista.com/2022/11/la-culpa-es-del-reggaeton.html

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4 comentarios:

  1. Muy buena Fili. En cada época la música cumple una función y trabaja con herramientas distintas, no hay géneros mejores o peores simplemente música acorde a su tiempo

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  2. Felicidades por el artículo, Fili. Desde luego cada género musical atiende a funcionalidades distintas según su marco contextual y estético.

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  3. No sé si el reguetón es el gran enemigo de "los clásicos", pero sin duda es uno de los grandes patitos feos de nuestro contexto cultural-musical, muchas veces más por una cuestión de racismo y clasismo que otra cosa. Tienes toda la razón: hay que analizar el reguetón por lo que es y no por el supuesto daño que hace. Eso no quiere decir que no podamos ser críticos, pero no es lo mismo criticar desde dentro que hacerlo desde una atalaya.

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  4. Desde luego, cada estilo musical tiene unas raíces dignas por el mero hecho de existir. Pero no olvidemos las necesidades de la industria musical para imponer tendencias fáciles de consumir y de escasa calidad, en cuanto a ser productos de usar y tirar para consumir otros, otras canciones con un ritmo repetitivo que siempre son la misma y mantienen el consumo. Muchas veces le he dado la oportunidad al reggaetón y no ha sobrevivido a mi sentido crítico musical. También al trap y ahí sí he encontrado cosas interesantes, sin gustarme. Tengo 60 años y me considero abierto a nuevas músicas que escucho diariamente.

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